miércoles, 25 de mayo de 2011

The New York Times critica los planes de Endesa para construir presas en la Patagonia chilena

Keep Chilean Patagonia Wild

Published: May 23, 2011
An environmental review commission in the Aysén region of southern Chile has made a potentially disastrous decision, voting to approve the construction of five hydroelectric dams, two on the Baker River and three on the Pascua. The damage these dams would do to the environment is tremendous, and their construction — in a largely unspoiled natural haven — would open the way for further development, including more dams.
The Baker and Pascua Rivers flow into the wild fiords that thread their way along the southern Chilean coast. The dams would partially flood a national park as well as portions of a landscape that Chile had been hoping to have named a Unesco World Heritage Site.
The vote follows an environmental review that looked only at the immediate consequences of construction and not the long-term effects on the ecology of these watersheds or the downstream risks of damming short, violent, glacial rivers that are subject to abrupt outburst floods from the lakes above them. To deliver the power they would generate — some 2.75 gigawatts — Chile would have to build a 1,400-mile corridor of power lines to the north, creating the longest clear-cut on the planet.
There is no disputing Chile’s energy needs or the fact that it pays much more for electricity than any of its neighbors. But major studies have made it clear that Chile has extraordinary renewable energy sources, including solar, geothermal and wind power that could be developed with far less impact on the environment.
This is an early skirmish in a lengthy, hard-fought battle. A separate environmental review must be completed and approved for the transmission corridor. We hope it takes a more comprehensive look at the damage this project would cause. Perhaps then the Chilean government, which supports the dam project, will come to understand what many Chileans already know: that sacrificing Patagonia for power would be an irreparable mistake.
A version of this editorial appeared in print on May 24, 2011, on page A28 of the New York edition with the headline: Keep Chilean Patagonia Wild.
La noticia en otros medios 

The New York Times critica los planes de Endesa para construir presas en la Patagonia chilena

El diario considera un "error irreparable" para el medio ambiente y pide al país que apueste por las renovables.- La empresa critica que el editorial incluye errores de bulto

R. MÉNDEZ - Madrid - 24/05/2011
El diario The New York Times critica hoy en un editorial los planes del Gobierno chileno para construir cinco presas hidroeléctricas en la Patagonia chilena, uno de los últimos lugares vírgenes de América Latina. En el proyecto participa la filial de la española Endesa, que es la principal eléctrica en Chile. El complejo, conocido como Hidroaysén, tiene una potencia prevista de 2.750 megavatios, casi como tres reactores nucleares, y está impulsado por Endesa Chile (51% de las acciones) y la chilena Colbún (49% restante). Una portavoz de Hidroaysén consideró que el editorial se basa en errores y destaca que hay proyectos incluso mayores en la Patagonia argentina que apenas reciben críticas.
"El daño que tendrían estas presas en el medio ambiente es tremendo, y su construcción -en un vasto paraje natural virgen- abriría el camino a otros proyectos, incluidas más presas", afirma el diario, que no duda de las necesidades energéticas de Chile, pero pide que apueste por la energía geotérmica, la solar y la eólica en lugar de destruir la Patagonia, algo que sería "un error irreparable".
Chile no quiere depender de la electricidad de otros países pero sus proyectos para aumentar su potencia eléctrica han recibido críticas. El plan para construir centrales nucleares murió antes de nacer por el accidente de Fukushima. Como Japón, Chile está en una de las zonas sísmicas más activas del planeta. El plan hidroeléctrico ha sacado a manifestantes a las calles.
El proyecto incluye cinco centrales hidroeléctricas en los ríos Baker y Pascua, y es una inversión de una filial de la empresa española Endesa y de la chilena Colbún por unos 2.200 millones de euros. El impacto no es solo por las presas y por las casi 6.000 hectáreas que inundarán, sino por la construcción de las líneas de alta tensión a lo largo de 2.000 kilómetros para transportar la electricidad, según The New York Times. Hace tres días, unos 30.000 chilenos se manifestaron en Santiago contra las represas.
Una portavoz de Hidroaysén, María Irene Soto, opinó que el diario estadounidense parte de errores: "Dicen que habría que talar bajo las líneas de alta tensión, pero no es así, solo los árboles de más de 45 metros. No hay tala rasa de vegetación. En la Patagonia argentina hay un proyecto que inunda 45.000 hectáreas, 10 veces más, y que apenas tiene críticas". Soto añadió que Chile crece económicamente un 6% al año y necesita incorporar 500 megavatios de potencia eléctrica al año. Señaló que la seguridad de la presa está evaluada para sucesos como inundaciones o terremotos con una frecuencia de más de mil años.
La empresa insiste en la gran eficiencia de su instalación frente a otras parecidas. "La presa de La Romaine, en Canadá, inunda 27.900 hectáreas, pero esta es 11 veces más eficiente", señaló Soto, quien afirmó que son grupos ecologistas extranjeros los que impulsan la oposición contra las presas. Chile tiene una gran dependencia energética del exterior y al contrario que países como Bolivia, apenas tiene gas, petróleo o carbón.
Hydroaysén defiende en su web que su proyecto es sostenible y que estará "implementado y operado de manera social y ambientalmente responsable, en armonía con las comunidades de la Región de Aysén, sin limitar las posibilidades de desarrollo de las generaciones futuras" y sostiene que es "compatible con otras actividades económicas tales como turismo, producción forestal, servicios, construcción, pesca y ganadería, entre otras".
El País

Columna editorial advierte efectos desastrosos para el medio ambiente

El New York Times irrumpe ante aprobación de HidroaAysén y lo califica como “un error irreparable”

La publicación que se titula "Keep Chilean Patagonia Wild" hace hincapié en que "el daño que estas represas harían al medio ambiente es enorme, y su construcción - en un paraíso natural en gran medida virgen- abriría el camino para un mayor desarrollo, incluyendo más represas" y advierte que Chile tendría que construir 1400 millas de tendido eléctrico hacia el norte, creando la mayor tala indiscriminada sobre el planeta.

El diario estadounidense The New York Times advirtió este martes, a través de una columna editorial, los efectos desatrosos  que acarrea la aprobación del proyecto HidroAysén.
“Esperamos que se tenga una mirada más integral por el daño que causaría este proyecto. Quizás entonces el gobierno de Chile, que apoya el proyecto, logre entender lo que muchos chilenos ya saben: Que sacrificar la Patagonia por el poder sería un error irreparable”, sostiene.
La publicación que se titula “Keep Chilean Patagonia Wild” hace hincapié en que “el daño que estas represas harían al medio ambiente es enorme, y su construcción – en un paraíso natural en gran medida virgen- abriría el camino para un mayor desarrollo, incluyendo más represas”.
Asimismo, recalca que la votación a cargo de la Comisión de Evaluación Ambiental de Aysén consideró sólo las consecuencias inmediatas de la construcción y no los efectos a largo plazo sobre la ecología de estas cuencas hidrográficas o los riesgos aguas abajo del embalse.

Tendido eléctrico: “la mayor tala indiscriminada sobre el planeta”

“Las represas podrían eventualmente inundar un parque nacional así como porciones de un paisaje que Chile esperaba ser nombrado Patrimonio Mundial por la Unesco (…) para entregar la energía que generarán –unos 2,75 gigawatts- Chile tendría que construir 1400  millas de tendido eléctrico hacia el norte, creando la mayor tala indiscriminada sobre el planeta”, acota.
Señala la editorial del NYT “Chile tiene extraordinarias fuentes renovables de energía, incluyendo la solar, geotermal y eolica que podría ser desarrolladas con mucho menos impacto en el medioambiente (…) Tal vez entonces el Gobierno chileno, que apoya el proyecto de represas, entenderá lo que ya muchos chilenos saben: que sacrificar la Patagonia para conseguir energía podría ser un error irreparable”, concluye el texto.

El Mostrador

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